La conferencia anual de la Iglesia Metodista de México, emitió una declaración a través de su Obispo Juan P. Morales exigiendo la transparencia total de los comicios presidenciales del pasado 1 de julio y condenando la manipulación de información, las expresiones violentas y todo abuso a los que menos tienen con fines electorales. La declaración se pronuncia “en contra de toda imposición que violente la voluntad popular” y propone “crear espacios de reflexión permanente, mediante el diálogo y la lectura comunitaria de la Biblia”.

ALC. El texto completo de la declaración es el siguiente:

La Iglesia Metodista de México, A.R., Conferencia Anual Septentrional, reunida en su XXVII período de sesiones, celebrada en La Luz, Gto. conscientes que la difícil situación actual de nuestra Patria requiere ser puesta en manos de nuestro Dios por medio de la oración y discernida como individuos y comunidades, siguiendo los principios que emanan de nuestra fe cristiana, fe que es razonada, y reconociendo nuestra alta responsabilidad ante la sociedad, la cual nos es enseñada por la Santa Biblia interpretada en nuestro Credo Social, manifestamos lo siguiente:

En la historia de nuestra Iglesia existen importantes ejemplos de una fe en diálogo con la realidad, hombres y mujeres que están cual gran nube de testigos participando en escribir la historia actual.

Los Metodistas lucharon contra la esclavitud en Inglaterra, en sus colonias, en los Estados Unidos, en México y otros países. Lucharon, también, a favor de las mujeres trabajadoras, en contra de la injusticia y la explotación infantil. En gran medida se debe al Metodismo que se practique en una buena parte de occidente la “semana inglesa” laboral.

También hubo metodistas entre los llamados “Mártires de Chicago” (1886), así como en Rio Blanco, Veracruz, hombres y mujeres en el constante compromiso con los trabajadores y sus justas demandas. Todos ellos participaron en manifestaciones a favor del sindicalismo inglés, norteamericano, mexicano y mundial.

Los Metodistas hemos luchado para que haya sistemas económicos más justos. Recordamos las premisas de Gana todo lo que puedas (siendo honestos y no poniendo a expensas la salud del individuo y del prójimo), Ahorra todo lo que puedas (es decir, no malgastes en cosas innecesarias) y Da todo lo que puedas. No atesores riquezas, compártelas principalmente con los necesitados y tu familia.

Los Metodistas hemos procurado que los precios sean justos y concientizamos a la gente para que no vendieran su voto a cambio de dinero o favores. Juan Wesley, el iniciador del movimiento metodista en Inglaterra, lo dejó muy en claro en su documento “A un votante”.

Hubo Metodistas, participando en la Revolución Mexicana, como Jesús Pérez Méndez, Gonzalo Báez Camargo, Otilio Montaño, Diego Álvarez, Gregorio Osuna, José Trinidad Ruíz, Rubén Jaramillo entre otros. Algunos Metodistas sufrieron la persecución, fueron colgados, otros fueron presos, otros obligados a trabajos forzados y otros más, asesinados.

Por lo anterior,  no podemos vivir de espaldas ante los signos de los tiempos que nos lanzan retos y preguntas como Cuerpo de Cristo, ante las mayorías empobrecidas, engañadas y oprimidas; ni debemos permitir la extrema opulencia de la minoría ni la extrema miseria de la mayoría. Esta comunidad de La Luz, Gto, una prueba de ello, nos recuerda estas realidades, donde encontramos familias incompletas sin la presencia del varón, por encontrarse en los campos de cultivo o los restaurantes de meseros en el país vecino del norte, buscando su sostén económico a cambio de mal trato y abuso con discriminación en su persona, en muchos casos.

Declaramos que:

  1. Respetamos toda autoridad que emana de Dios como dice la Biblia, y entendemos este principio cuando el pueblo libre y democráticamente y sin coacción ha sido elector de ésta.
  2. Exigimos la transparencia total en los comicios electorales del primero de julio, investigando todas las denuncias en contra de cualquier partido o candidato, a fin de que nuestro país pueda dar pasos hacia una vida verdaderamente democrática.
  3. Condenamos todo abuso a los que menos tienen y el uso electoral que se dio de la pobreza y necesidad de nuestros prójimos.
  4. Condenamos la manipulación de información de una gran cantidad de medios de comunicación, entre éstos aquellos controlados por las dos televisoras más importantes de nuestro país, al emitir información de manera parcial y tendenciosa, influyendo de  manera directa en el proceso electoral.
  5. Condenamos toda expresión violenta de parte de cualquier partido o simpatizantes, a fin de intimidar o falsear los resultados electorales.
  6. Nos pronunciamos en contra de toda imposición que violente la voluntad popular y nos sumamos a una oración y lucha continuas para que la autoridad recapacite y cambie lo que haya que cambiar por el bien del país.

Reconocemos que la labor de la Iglesia y su reflexión no pueden limitarse a una palabra en momentos coyunturales. Nuestra reflexión trasciende los momentos sociales, políticos o electorales. Son nuestros compromisos permanentes:

  1. Crear espacios de reflexión permanente sobre los diferentes acontecimientos que nuestra sociedad experimente, mediante el diálogo, la lectura comunitaria de la Biblia y la inclusión de expresiones artísticas diversas.
  2. Trabajar arduamente porque las Buenas Nuevas vayan a las calles, sirviendo al necesitado, viendo por el menesteroso y en la compañía del necesitado, en la formación de programas y actividades que nos lleven a servir a las comunidades que rodean nuestros templos.
  3. Trabajar en la elaboración de materiales con un sólido contenido bíblico-teológico, basados en el sistema doctrinal cristiano-metodista, con lenguaje accesible y con herramientas para la reflexión acorde a los tiempos que se viven.
  4. Honrar, defender y llevar a la práctica por todos los medios posibles los principios expresados en el Credo Social Metodista.
  5. Promover la apertura de fuentes de trabajo para evitar la emigración al extranjero y la desintegración familiar, que afectan a todo el país, especialmente a nuestras comunidades rurales, como la que hoy nos alberga como Asamblea y que es una prueba fehaciente de nuestra realidad.

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