Se ha dicho con razón que una sola frase de la Biblia tiene mayor enjundia que miles de libros enteros. Y es que la Palabra de Dios no tiene parangón posible con la palabra de los hombres, hueca, vacía, interesada, superficial e intrascendente.

Millares de creyentes han hallado en la Biblia y en especial en el Evangelio, un renglón, una frase, que les ha impactado tanto, que hasta cambió el rumbo de sus vidas.

Quien esto escribe, confiesa por ser sacerdote, ya jubilado, estar familiarizado con la Biblia desde pequeño. Frases de Jesús las llevo grabadas en mi mente y corazón casi desde que tuve uso de razón.

Pues bien, hay una del Evangelio de Juan (3,16) que para mí roza lo sublime y es de una profundidad abismal incomparable:”Tanto amó Dios al mundo que nos entregó a su Hijo único, no para condenar sino salvar al mundo y para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna”.

Nadie como los padres para comprender el hondo significado de este versículo. El tesoro mayor de un padre o madre, es el hijo único, por encima de cualquier otro bien. La mayor prueba de amor a un extraño, es confiarle a su unigénito. Esto es lo que ha hecho Dios Padre para demostrarnos, no con palabras bonitas, sino con hechos, el amor infinito que nos tiene.
Tan grande, que con ser “todopoderoso” ya no puede hacer más que lo que ha hecho.

Cierto que habrá en la Biblia otras frases impactantes, tanto del A.T como del N.T para los millones de creyentes. Amigo lector(a) te invito a encontrar la frase más impactante para ti y que sigue influyendo en tu vida presente.

M. Rivilla S. Martín

Ingresa aquí tus comentarios