“Esdras y Nehemías: pecadores por su pueblo” Lección 3, 20 de Enero de 2007

Verso para memorizar:

“Esté ahora atento tu oído, y tus ojos abiertos, para oír la oración de tu siervo, que yo hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos contra ti cometido; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado”

(Nehemías 1:6).


Lectura:

Esdras 9:1-5.


Objetivo:

Tema: La culpa del pecado compartida por todo el pueblo.

Propiciar la conciencia de que en la iglesia se comparte el mismo camino, compartiendo el dolor por los pecados de cada hermano y la conversión de todos a Dios.


Sumario del tema:

Los dos libros de Crónicas, el de Esdras y Nehemías forman un conjunto de libros que muestran cómo Dios juzga inmediatamente la conducta del pueblo. El papel de los reyes es fundamental para hacer caer o para levantar al pueblo; pueblo que neciamente seguía a los reyes para bien o para mal. Finalmente, por la conducta de todos Dios permitió que el reino de Judá se terminara; es cuando entran en escena dos personajes que hicieron un cambio total en la conducta del pueblo: Esdras y Nehemías.

Con su intervención se mostró cómo la unidad del pueblo es tan fuerte que la culpa por el pecado de unos la comparten todos, que las consecuencias de ese pecado que unos pueden estar padeciendo se convierten en motivo de dolor para todos, y finalmente (esto es lo más importante) nos muestran que así como se comparte el pecado y la culpa, aunque no se haya participado en la conducta pecaminosa, también es posible compartir la conversión, el deseo y el compromiso de ser fiel a Dios haciendo su voluntad. Con esto se combate el poder que tiene el pecado de separar al pueblo y hacer que cada quien cargue con su dolor y busque únicamente su crecimiento individual. Cuando el pueblo se separa y algunos consideran que están mejor solos que acompañados de los pecadores; sin darse cuenta de cualquier manera han caído en el poder del pecado. ¡Qué grave es esto!


Analísis del tema:

1. La culpa de quien peca la comparte todo su pueblo, incluso los ausentes.

Vea Esdras 9:1-15. El texto puede ser divido en tres partes: la noticia, la reacción de Esdras y su confesión. Señale los versos que abarcan cada parte y por favor conteste las siguientes preguntas: ¿De qué trata la noticia que recibe Esdras? ¿Por qué le causa tanto dolor? Considere que el reino de Judá fue sacado de su tierra como castigo por su pecado, pero a una parte del pueblo Dios le concede regresar por misericordia (versos 7-9) y como un acto de justicia (verso 15). Esdras se entera de lo que está haciendo ese grupo. ¿Qué opinión le merece Esdras cuando él se considera responsable también del pecado que cometen los que están en Jerusalén? Considere que en ese tiempo todos los habitantes de un pueblo se consideraban miembros de un cuerpo, de manera que la suerte de cada uno de ellos dependía de la suerte del cuerpo. Si el pueblo pecaba, todos recibían el castigo; si el pueblo era perdonado, todos eran salvados. La bendición sobre cada individuo solo era posible por la bendición sobre todo el Pueblo.

2. La suerte de quien peca afecta a todo su pueblo incluso a los ausentes.

Vea Nehemías 1:1; 2:6. Este texto puede dividirse en las siguientes partes: del verso 1 al 4, del verso 5 al 7, del verso 8 al 11 y del verso 1-6 del capítulo 2. ¿De qué trata cada sección? ¿En qué se parece este caso al de Esdras? Note como a Nehemías le llega la noticia de cómo está la ciudad y él interpreta que esto se debe al pecado del pueblo. En cambio a Esdras le llega la noticia del pecado del pueblo, pero no de su situación material. Recuerde que en aquel tiempo la condición espiritual se manifestaba en la condición material. Nehemías, al igual que Esdras, goza de una buena posición; no obstante, se siente apenado con Dios. ¿Qué tipo de unión hay entre Nehemías y el pueblo que está en ruinas allá en Jerusalén? ¿Por qué se siente responsable? ¿Por qué es muy bueno? ¿Por qué es muy piadoso? ¿Por qué realmente está unido a ellos y comparte su suerte?

3. Quien se convierte puede hacer posible la conversión de todo su pueblo.

Esdras no se quedó en el dolor y la pena, promovió la conversión de su pueblo. Compartió la culpa por el pecado de su pueblo, pero hizo que su pueblo compartiera la conversión y el deseo de obedecer a Dios que albergaba en su corazón. Por favor vea Esdras 10:1-5 y comente esta actitud de Esdras. Encuentre algún pasaje de Nehemías en el que se muestre el efecto de su tarea en la actitud del pueblo.


Aplicación del tema:

Uno debe preguntarse a la luz de lo estudiado: ¿Qué importancia tiene para nosotros la Iglesia a la que pertenecemos? ¿Nos sentimos unidos a ella a pesar de que en ella algo no se haga bien? Hablar mal de nuestra iglesia, ¿no es hablar mal de nosotros mismos? ¿Estamos conscientes de que nuestro pecado afecta la vida de nuestra congregación?

Lo malo que se haga dentro de nuestra iglesia puede cambiar si cambiamos nosotros. ¿Qué tipo de cambio se necesita? Si alguien peca, ¿nos causa dolor y compartimos como iglesia la culpa de esta persona? O por el contrario, ¿la juzgamos para nosotros sentirnos mejor que ella? El pecado tiene el poder de dividirnos y hacernos sentir que cada quien se ocupe de su vida espiritual sin que se comparta la responsabilidad de la edificación de todos nuestros hermanos. ¿Cómo podemos evitar que el pecado haga esto con nosotros?


Conclusión

Compartimos la fe, el bautismo, el mismo Señor. Es tiempo de compartir también el dolor y la culpa, pero, principalmente, la conversión y el deseo de todos juntos permanecer fieles a Dios sin que nos falte un solo hermano. No permitamos que el pecado nos separe y nos haga caminar cada quien por su lado.

 

 

Iglesia de Dios (7° día) A. R. Registro Constitutivo SGAR9/93 Av. Universidad 205, Cuernavaca, Mor

Ingresa aquí tus comentarios