Aurora. El Gobierno argentino expresó hoy su «rechazo absoluto» a los incidentes con heridos y detenidos que se produjeron este domingo en Buenos Aires durante un acto por el 61 aniversario de la creación del Estado de Israel.

El ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Aníbal Fernández, también negó que el mitin se haya desarrollado en una “zona liberada”, como denunció un dirigente de la comunidad judía argentina, la más numerosa de América Latina.

La agresión a los participantes del acto por parte de un grupo de jóvenes con palos y cadenas «fue contenida en la forma más rápida posible y teníamos mucho personal policial» en la zona, declaró el funcionario a la emisora local Radio 10.

Cinco de los agresores, que arrojaron volantes identificados con el hasta ahora desconocido Frente de Acción Revolucionaria, fueron apresados en medio de los desmanes y hoy continuaban detenidos en la sede de la Unidad de Investigaciones de Conductas Discriminatorias de la Policía Federal.

«Uno no imagina que pueda haber gente con un nivel de agresión y de intolerancia semejante», dijo Fernández antes de detallar que uno de los encarcelados, identificado como Leonardo Del Grosso, «tuvo varias acciones ligadas al antisemitismo en concentraciones» frente a la Embajada de Israel en Buenos Aires.

En tanto, tres personas del público fueron atendidas por golpes en un hospital de la capital argentina y también resultaron con heridas leves dos policías, informaron fuentes oficiales.

El embajador de Israel en Argentina, Daniel Gazit, señaló hoy que los episodios ocurridos el domingo fueron obra de «un grupo violento y lleno de odio» que «hay que tomar en serio y extinguirlo antes de que amenace a la democracia».

«Felizmente los organizadores y quienes estaban presentes decidieron continuar el acto, que era una fiesta, y no dejarse intimidar por este tipo de gente», señaló a Radio Continental.

Por su parte, el director del departamento de América Latina de la Cancillería israelí, Alexander Ben Zvi, indicó que se debe saber «quién está detrás» de los incidentes y castigar «con severidad» a los responsables para «prevenir en el futuro actos semejantes». EFE y fuentes propias.

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