ESPERANZA Y FUERZA DEL PUEBLO DE DIOS

La celebración de la Cena de este año 2011 tomó una intensa espiritualidad y la comunión entre todos los miembros de la iglesia, los creyentes en las diversas misiones se centraron una vez más para reconocer el valor del sacrificio de Jesucristo en nuestras vidas y nuestro futuro, expresando también un sentimiento de comunión mutua entre todos los expresados ​​simbólicamente en el acto de Lavapés.

En la Iglesia de Lisboa (IUJC) estuvieron presentes alrededor de 6 hermanos y docenas de personas, con la participación activa en la oración y el canto de los hermanos, no sólo de Portugal, pero también que la comunidad rumana participa activamente en la vida de la Iglesia. La atmósfera de profunda solemnidad, devoción y el amor mutuo no nos hace dudar de la presencia de Jesucristo en nuestro medio ambiente, el fortalecimiento de la fe y la esperanza de todos los que están sobre la mesa del Señor, para tener el pan y el vino, símbolos del cuerpo que Jesús dio y la sangre que derramó por cada uno de nosotros, que una vez aceptada como el Cordero de Dios que puede quitar y lavar nuestros pecados.

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