Oseas F. Lira

Todos los sucesos que han ocurrido y los que vendrán en la Tierra y en la historia de la humanidad dependen de Dios y tienen un propósito: que el ser humano reoriente su vida hacia su Creador.
El Señor nos permite conocer los sucesos para que, viendo las señales, respondamos en fidelidad a Dios.
Los sucesos que ocurrieron en el mundo son parte de un plan de Dios.
Dios siempre ha estado interesado en su creación, tanto los animales como la Tierra y, por supuesto, el ser humano.
A veces no le encontramos sentido a lo que ocurre pero para Dios todos los acontecimiento sí tienen sentido porque éstos ocurren dentro del desarrollo histórico de su Creación.
Al creyente le toca ver lo que ocurre, interpretar y, en consecuencia, actuar. El ser humano debe permanecer alerta y fiel.
Estos son los grandes sucesos que han determinado la historia de la humanidad: Creación; Caída; Plan de Redención o Salvación; Diluvio universal; Llamado constante de Dios a través de los profetas; Irrupción física de Cristo en la Tierra; Muerte y resurrección de Jesucristo; Periodo de llamamiento de Dios; Guerra del Armagedón; segunda venida del Señor Jesús (parousia, del gr. presencia y llegada); Reino milenial; entrega del reino de Cristo al Padre; Juicio; Vida eterna.
Dios tiene un objetivo: comunión, armonía eterna con toda su creación; pero cuando la creación falla, entonces Dios interviene implementando un plan de salvación, hace una promesa y establece un propósito: religar la creación con su Creador, para lograrlo hay un intermediario, un redentor; Efesios 1:9-10 nos dice: “dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la Tierra.” Ésta es la visión de Dios, en los sucesos que afectan a toda la humanidad. Una cosa son en Cristo todas las cosas, tanto las que están en los cielos, como las que están en la Tierra.
Esta es la Historia que afecta y que interesa a toda la humanidad (distinta a la Historia vista por la ciencia y el conocimiento humano).
Así que no hay dos dimensiones donde ocurren cosas distintas, no hay una historia en el cielo que además sea independiente y otra historia en la Tierra.
El plan de Dios se da dentro de la historia humana.
A veces el ser humano lee mal las señales, o anuncia mal (hubo falsos profetas que anunciaron que como paso previo a la llegada de Jesús, las piedras hablarían, que la luna iluminaría tres tantos más de lo normal, que toda la madera sudaría sangre, etc.)
Las señales que Dios nos da son muy claras y son para normar nuestra vida y no tropezar.
El ser humano nunca podrá integrar los sucesos que él guste para alterar el desarrollo de la historia: Hay científicos que pretenden hacer un clon de Jesús a partir de residuos que de él han quedado en la sábana santa, la sábana de Turín. Ellos dicen: ¿por qué esperar a que Jesús el hijo de Dios venga hasta que él quiera si nosotros podemos apresurar su segunda venida? La célula la implantaríamos en una mujer virgen y listo.
Hoy la gente no cree a los profetas bíblicos, pero si cree a personas como Nostradamus, pseudoprofetas que sólo dicen lo que los profetas bíblicos ya señalaron. Nostradamus anuncia una destrucción de la Tierra pero no ofrece ni solución ni esperanza alguna para el ser humano; si bien los tiempos no son buenos, esas no son señales aprobadas por Dios.
Carl Sagan con su calendario astronómico también anuncia solamente una destrucción de la Tierra. En el esquema de este científico, si metiéramos dentro del ciclo de un año de 365 días todos los sucesos del universo, las cosas quedarían más o menos así: 1 enero la Gran Explosión; 1 mayo origen de la Vía Láctea; 9 septiembre origen del Sistema Solar; 14 septiembre formación de la Tierra; 25 septiembre origen de la Vida; 29 diciembre extinción de los dinosaurios. 31 de diciembre: 22:30 hrs. aparición del ser humano; 23:46 el ser humano se sirve del fuego; 23:56 comienza último periodo glacial; 23:59:50 invención del alfabeto; 23:59:56 imperio Romano y nacimiento de Cristo; 23:59:59 Renacimiento. Este calendario busca conscientizar al ser humano para que no destruya la Tierra, y ahí acaba la cosa.
Para los mayas el fin de los tiempos, ocurrirá el 21 de diciembre de 2012, y será no por una decisión divina, sino por la mano del propio ser humano. Es decir, por la relación de éste con su propio entorno, con la naturaleza.
Que un cometa chocará con la Tierra, que el calentamiento global, que la capa de ozono, que la lucha mundial por el agua, que tantas cosas acabarán con la Tierra y entonces vendrá el fin, que será de destrucción total de la Tierra y ahí se acaba toda esperanza humana. Estas son las señales de los tiempos que el hombre ve pero casualmente ni una de ellas puede sustentarla bíblicamente.
Sea por intriga o no, hoy lo que interesa a todo el mundo es saber qué sucesos ocurrirán antes de la 2da. venida de Jesús.
Las señales que Dios da a través de su palabra no son laberintos intrincados de códigos y símbolos que dificultan su entendimiento y apreciación, sino que todo está claro, organizado y seguro de que se realizará al pie de la letra: Inmediatamente después de lo que Jesús llama “la tribulación de aquellos días” y que no es otra que la Gran tribulación, como el mismo Jesús dijo: “cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá”, vendrán los acontecimientos más grandiosos y terribles que han sucedido, todo esto previamente al Día del Señor, “el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas”, la luna se teñirá de sangre; quizás debido a fenómenos meteorológicos relacionados con la contaminación o los extraordinarios acontecimientos naturales de esos días, entonces “aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo”. “Como el relámpago que sale del Oriente y se muestra hasta el Occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre”. Entonces muchos creyentes caerán en la trampa de “… si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis”, ya que nos dice el mismo Jesús: “verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”. Esto es, su venida será visible “como el relámpago que sale del Oriente y se muestra hasta el occidente” a todas las naciones, que se lamentarán por ello, de no haberle seguido, ya que en ese momento el tiempo de la gracia habrá finalizado para dar paso al tiempo del Juicio.
Mateo 24 señala un conjunto de señales claras. Los discípulos preguntaron lo mismo que nosotros deseamos saber, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Y Jesús, con carácter de urgente, contestó: “Mirad que nadie os engañe.
Habrá falsos profetas, que darán falsas señales, engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Aquellos días serán acortados por causa de los escogidos.
Aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo.
El día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
Velad, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y al siervo inútil será echado en las tinieblas de afuera. Unos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”
Que el Señor nos enseñe a estar atentos a los sucesos de manera que actuemos sabiamente, Salmo 90:12. Que seamos entendidos en los tiempos y en sus señales, como los hijos de Isachar, 1 Crónicas 12:32.

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