El libro que relata la operación que libró a casi 700 niños del Holocausto gracias a un filántropo británico que en 1939 ideó su evacuación en tren desde la Praga ocupada por los nazis hasta Londres, se ha presentado hoy en la capital checa.

«La familia de Nicky, la más grande del mundo», está escrito por el director de cine eslovaco Matej Minac y el dramaturgo checo Zdenek Tulis y narra la arriesgada operación de Nicholas Winton, «el Schindler británico», que salvó la vida a 669 niños checoslovacos, en su mayoría judíos.

Ocho trenes salieron de la capital checa el 1 de septiembre de 1939 cuando estalló la guerra, tras complicadas gestiones administrativas efectuadas a titulo personal por Winton -que en la actualidad tiene 103 años- desde su domicilio de Willow Road en Hamstead (Londres) y el Grand Hotel Sroubek de Praga.

El libro contiene testimonios de aquellas personas que lograron rehacer su vida en el mundo libre, ya que casi todos optaron por abandonar la Checoslovaquia comunista.

«La mayoría de los hijos de Winton, que regresaron después de la guerra a Checoslovaquia, lograron después de varios años volver a huir. Hoy viven por todo el mundo y, por cuestión de interés, mostramos cómo lograron integrarse en el mundo libre», escriben los autores.

Algunos de los niños salvados se convirtieron con los años en altos cargos, como Lord Alfred Dubs, ministro británico durante el gobierno de Tony Blair, así como en expertos mundiales en ingeniería, genética o psicoterapia.

Minac se inspiró en esta historia para su documental, «La fuerza de la humanidad» (Premio Emmy Internacional en 2002) y el documental de ficción «La familia de Nicky», estrenado en febrero de 2011.

Aquella gesta, que sólo afloró muchos años después, cuando la mujer de Winton encontró los documentos en el ático de su casa, busca ahora ser reconocida.

Winton ha sido por ello propuesto dos veces por los checos para el premio Nobel de la Paz. «Ahora lo intentaremos por tercera vez», dijo hoy la presidenta del Parlamento, Miroslava Nemcova, durante la presentación de la obra en la Cámara baja.

«Esta historia no puede acabar con una película, debe continuar. El tema está continuamente vivo», afirmó Nemcova.

«Unas 888 escuelas del país se han unido a la recogida de firmas, y ya tenemos 117.026 para apoyar esa propuesta», precisó por su parte Tulis.

«Se ha convertido en padre de todos nosotros», afirmó también la traductora Zuzana Spitzerova-Maserova, una de las supervivientes de aquel periplo praguense de 1939 y presente en la rueda de prensa.

«Nuestro padre Maximilian Spitzer era propietario antes de la guerra de una gran empresa de herramientas dentales, con filiales en Londres y Viena. Tenía mucho talento para los idiomas, pues hablaba bien dieciséis, y eso nos marcó a las tres hijas. Aprendimos inglés, alemán, francés, italiano y español», cuenta Spitzerova-Maserova en el libro.

Esta publicación forma parte además del proyecto interactivo «La familia de Nicky en la escuela», diseñado para los colegios, y que ha sido recomendado por el Ministerio de Educación con el fin de mejorar la formación ética del alumnado.

Entre los planes surgidos está la búsqueda del paradero de los demás niños que salieron de la Estación Central de Praga en 1939, ya que hasta ahora se tiene sólo noticia de un tercio, así como de sus familiares.

«Seguimos intentando encontrar a gente en América Latina», dijo a Efe Minac. EFE

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