El Comité Nacional de Traducciones de la Biblia a la Lengua de Señas Cubana sigue avanzando en sus planes de romper barreras teológicas y proveer las Escrituras a personas sordas.

El Comité se reunió recientemente en la casa diocesana del Arzobispado de Camagüey, en Cuba.

El mismo está integrado con equidad de género por:

• Diez personas, entre las que seis de ellas son sordas
• Dos intérpretes
• Un asesor teológico metodológico
• Un intérprete-suplente, responsable de la logística.

Los participantes dieron seguimiento a los distintos materiales en formato impreso y digital, que abordan las historias trabajadas hasta el momento.

Durante las intensas jornadas de trabajo se profundizó en el estudio del pasaje bíblico a traducir desde una versión base, y con el apoyo del griego como lengua original (Nuevo Testamento) se revisaron versiones complementarias.

Además, se analizaron las palabras, los términos y los conceptos que pudieran ser complejos o de dudoso significado para la comunidad sorda. Por eso, miembros de esa comunidad participan en la exégesis de los pasajes bíblicos.

La Dra. Elsa Támez, consultora de traducciones de la Oficina de Servicio, apoya al grupo que está realizando la traducción de pasajes bíblicos al lenguaje de señas cubano.

Las iglesias, los programas, los ministerios y las asociaciones con representación en dicho Comité son:

• El ministerio “Oídos sordos, corazones oyentes” (OSCO)
• El ministerio cristiano “Libres del silencio”
• La Pastoral de Personas con Discapacidad, del Consejo de Iglesias de Cuba (CIC)
• La Asociación Nacional de Sordos de Cuba (ANSOC);
• La Iglesia Católica.

A esta segunda reunión asistieron los reverendos Noel Fernández Collot, coordinador de la Pastoral de personas con discapacidad, y el pastor Alain Montano, secretario de la Comisión Bíblica, ambos del CIC, quienes evaluaron el trabajo realizado hasta el momento, al cual calificaron de positivo y esperanzador.

Este proyecto es auspiciado por las Iglesias de Cuba (CIC), la Pastoral de personas con discapacidad, de esa misma institución, y cuenta con el apoyo financiero y logístico de Sociedades Bíblicas Unidas (SBU).

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