Ayudando a víctimas de abuso

El abuso sexual es una realidad muy silenciada en todos los niveles, incluido el familiar. Quien lo ha padecido necesita ayuda urgente. Por la alta frecuencia que tiene el abuso –una de cada seis personas- ha sido por mucho tiempo un tema tabú, ha quedado como escondido, y porque duele se le pospone o evita.

Abuso es todo contacto de naturaleza sexual que se impone a otra persona con la fuerza física o con chantajes, amenazas, seducción o falsas promesas a un niño, adolescente, anciano o discapacitado en lo físico o en lo mental.

Consejos que darle a los niños para que no sean víctimas de abuso

  • Cuídate de quien usa uniforme o insignias d autoridad para convencerte de que te vayas con él, aunque te diga cosas como: “tus papás tuvieron un accidente y te necesitan en el hospital.”
  • Cuídate de quien te pida ayuda para encontrar una mascota perdida, por ejemplo, a un perrito, de quien te ofrezca ayudarte a cargarte tus libros, de quien se te acerque a preguntar una dirección.
  • Si te pierdes en la calle, en una feria o en un supermercado, busca a un policía y dile que te ayude. Nadie tiene porque ofrecerte dinero, juguetes, dulces o mascotas gratuitas. Que nadie te entusiasme con dinero, drogas, alcohol o promesas de hacerte artista.
  • Enseñe a los niños que nunca deben abrir la puerta cuando estén solo en casa y alguien llame.

Algunas características

  • Quien ha sufrido abuso tiene un gran sentimiento de culpa porque el abusador se lo hace sentir.
  • Se les ve retraídos, atemorizados y perturbados. Pueden tener dificultades para comer y dormir, y sentirse ansiosos al pensar en regresar a sus actividades normales como ir a la escuela.

Cómo y por qué ayudar

  • Primero que todo afirme que hizo bien en contarlo, abrácelo y muéstrele afecto. Usted va a ayudar porque ambos somos hijos de Dios y esto es causa suficiente para restaurarles su dignidad y su autoestima, ellos también llevan la imagen de Dios.
  • No asuma que el afectado olvidó lo ocurrido, y no pretenda hacer ver que nunca sucedió.
  • La apertura y compresión le ayudará a que el afectado supere el desajuste emocional.
  • Procure garantizarle que recibirá ayuda profesional inmediatamente, antes de que empiece a pensar en el suicidio como solución, y dígale cosas como: “vamos a ver al doctor, vas a ver que estás bien, lo que pasó fue feo, desagradable pero estás bien y no volverá a ocurrirle.”
  • Haga énfasis en que el abusador y no el afectado es el responsable. Dígale que usted lo protegerá para que no vuelva a tener una experiencia similar en el futuro.
  • Si hay lesiones internas éstas pueden ser difíciles de reconocer, por lo que debe garantizarle a la persona comprensión y que será debidamente atendido médicamente por alguien en quien confíe. Intente lograr la recuperación emocional del afectado.
  • Comuníqueles que el hecho de haber vivido una situación de abuso, no los hace menos valiosos como personas, y no determina el tipo de vida que van a tener más adelante.
  • Usted puede estar muy perturbado por lo sucedido a la otra persona, puede sentirse culpable, rabioso o impactado, pero no deje que lo manejen sus sentimientos, recuerde que busca el bienestar del otro como prioridad.
  • Cuando el abusador es un familiar usted puede experimentar fuertes conflictos y sentimientos contra él, pero la protección del abuso debe continuar siendo su prioridad.
  • Recuérdele que no hay nada que no pueda ser modificado, no hay situaciones, por más traumáticas que hayan sido que no puedan tener una salida, una mejora, una redención.

Al afectado dígale que hay un grupo de personas –los cristianos- que lo acepta como es, y que por más desagradables que hayan sido las situaciones vividas, siempre hay una esperanza, de vida, de cambio, y que no están determinados por lo que vivieron a ya no poder tener una vida agradable. Dígale que Cristo lo ama, que él vino a consolar a los afligidos y que puede confiar plenamente en que él lo ayudará. Léale y explíquele Isaías 61:1-3.

Isaías 61

1EL espíritu del Señor Jehová es sobre mí, porque me ungió Jehová; hame enviado á predicar buenas nuevas á los abatidos, á vendar á los quebrantados de corazón, á publicar libertad á los cautivos, y á los presos abertura de la cárcel;

2A promulgar año de la buena voluntad de Jehová, y día de venganza del Dios nuestro; á consolar á todos los enlutados;

3A ordenar á Sión á los enlutados, para darles gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar del luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.

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