Julio 27, 2024

4. PERFECCIONAMIENTO DE LOS SANTOS

1 Corintios 12:4-7; Efesios 4:1-16

ÉNFASIS DE LA LECCIÓN

Iglesia local incubadora de ministerios

A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo (Efesios 4:12).

OBJETIVO

Comprender la naturaleza activa de la santidad como servicio y cómo la iglesia local puede funcionar como una incubadora de ministerios que edifican a la congregación e impactan el mundo, inspirando al involucramiento de todos los creyentes.

NARRACIÓN

Una de las expresiones frecuentes con las que Pablo se dirige a la iglesia es como la comunidad de santos*. Por lo que, sin lugar a dudas, cada congregación es una comunidad que está llamada por Dios a marcar una diferencia positiva y vitalizante en el mundo.

* Romanos 1:7; 15:25; 16:15; 1 Corintios 1:2; 14:33; 2 Corintios 1:1; Efesios 1:1; 2:19; Filipenses 1:1; 4:21-22; Colosenses 1:2; 1 Tesalonicenses 5:27; Hebreos 3:1; 13:24.

La iglesia local es una comunidad de vasos escogidos por Dios para su servicio. Como tal, la iglesia se organiza de manera eficiente para corresponder a la distinción con que ha sido tratada por el Señor.

La comunidad no es santa solo porque deja de cometer pecado; su especial santidad es activa, se enfoca en el servicio. Pensemos en el templo de Jerusalén, por ejemplo. Fue diseñado, organizado y estructurado de manera que cumpliera eficientemente su función. Sus utensilios, muebles, ornamentos y demás componentes eran considerados santos, pues habían sido apartados de entre otros objetos para ser utilizados como parte del santuario. Y, por supuesto, todo el santuario estaba dispuesto para servir a los propósitos redentores de Dios.

Como consecuencia de esta distinción, todos los objetos santos debían cuidarse, mantenerse puros y siempre bien dispuestos para cumplir con su función.

En la iglesia, generalmente relacionamos la santidad con el ejercicio de mantenernos puros, sin mancha, sin pecado; pero hemos dejado en un lugar de menor atención el aspecto activo de la santidad, apartarse para el servicio a Dios no puede quedarse solo en el «apartarse», debe recaer en el servicio, pues esa es su expresión más sublime.

En esta lección veremos que la iglesia local cumple con su llamado santo cuando se organiza, se estructura y planea su vida para ofrecer un servicio a Dios, sirviendo al prójimo y a la sociedad. La iglesia local está llamada a convertirse en una incubadora de ministerios que ofrezcan un servicio que marque la diferencia en el mundo. Con esta lección también introduciremos las siguientes, que están enfocadas en guiar nuestra práctica para que en las iglesias locales se formen e impulsen ministerios destinados a expresar la santidad en todas las esferas de la vida.

ANÁLISIS

I. La santidad activa: más que la ausencia del pecado

El apóstol Santiago expresó este principio de la siguiente manera: y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. La santidad se transforma en acción cuando produce la santificación de nuestra vida. Esta santificación no solo es abstenernos de cometer un pecado activo, sino hacer todo lo opuesto:

1. Pablo lo expresa así: que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia (Romanos 6:19,13). Así, la santidad es un llamado al servicio, una consagración a Dios para colaborar en la transformación del mundo. Comente.

2. En consecuencia, es importante cultivar la santidad como un proceso continuo de crecimiento y este se hace evidente en el servicio (Efesios 4:12). La iglesia se santifica al promover e impulsar el ministerio de todos los creyentes. Erróneamente hemos pensado que el servicio es el último paso en el proceso de madurez de un discípulo, sin embargo, aunque esto es verdad en alguna medida, lo cierto es que una vez que el Señor nos ha rescatado de nuestra manera egoísta de vivir, y hemos experimentado la salvación, lo más natural es el deseo de expresar la nueva vida sirviendo. Opine.

II. La santidad en todas las esferas de la vida

La santidad activa, como servicio, permea todas las áreas de la vida de la iglesia y se manifiesta como fermento de una nueva creación en el mundo.

1. Comente cómo ocurre el proceso de transformación integral mediante las parábolas de la semilla de mostaza y la levadura en la masa (Lucas 13:18-21).

2. ¿Cómo comienza la realidad del Reino en cada parábola?

3. ¿Cómo ocurre el proceso de transformación en cada caso?

4. ¿Qué idea nos da acerca de la necesidad de que cada iglesia adquiera una «visión integral» de la santidad que no se limite a la esfera religiosa?

III. La iglesia como incubadora de ministerios

La iglesia local, al organizarse y estructurarse para el servicio, se convierte en un espacio donde nacen, florecen los ministerios y son enviados al mundo para manifestar la presencia del Reino, como semilla de mostaza o como levadura en la masa.

1. El Señor diseñó a la iglesia para que en ella se dé forma a los ministerios.

2. Se espera que cada ministerio inicie, madure y se afirme en la iglesia local, para después alcanzar a la comunidad o al mundo.

3. Así, el papel de la iglesia local es el desarrollo de estrategias que permitan a los ministerios impactar positivamente en la sociedad. La iglesia local funciona como una incubadora, en la que se protege al huevo hasta que el pollo adquiere la suficiente madurez como para salir del cascarón y continuar su desarrollo fuera de él; esto aplicado a los ministerios. Comente.

APLICACIÓN

Para que la iglesia se consagre al servicio a Dios y perfeccione a los santos, es necesario que funcione como incubadora de ministerios. Considere las siguientes recomendaciones y apliquen las que estén a su alcance.

1. Fomenten la identidad ministerial como expresión de santidad.

• Elaboren series de sermones y conferencias sobre la vocación ministerial. Enfaticen que todos los creyentes estamos llamados a servir, no solo los que ocupan cargos formales.

• Promuevan la lectura bíblica y el estudio personal que incentive a los miembros a descubrir sus dones espirituales y cómo estos pueden ser utilizados para el servicio.

• Compartan testimonios de miembros que han servido o están en el servicio.

• Realicen ferias de ministerios, en las que haya mesas de exposición, foros e interacción con creyentes que están desarrollando algún ministerio.

2. Ofrezcan capacitación y equipamiento.

• Ofrezcan talleres y cursos. En ellos, brinden capacitación en diferentes áreas ministeriales, como pastoral. evangelismo. servicio social, consejería, teología, música, etc.

• Provean para la congregación recursos de aprendizaje. Adquieran libros, artículos, videos y otros recursos de capacitación y pónganlos al alcance de los miembros para crecer en su conocimiento y habilidades.

• Promuevan que los miembros que ya están participando en un ministerio se conviertan en mentores de aquellos que están explorando o aprendiendo.

3. Generen oportunidades de servicio.

• Formen grupos enfocados en servir en diferentes necesidades de la comunidad, como visitar enfermos, ayudar a familias necesitadas, acompañar, etc. En las siguientes lecciones exploraremos una gran variedad de opciones para ejercer el ministerio de todos los creyentes.

• Programen eventos y proyectos especiales en donde todos los congregantes puedan participar, incluyendo a los simpatizantes.

• Integren diversidad de ministerios que trabajen en conjunto, fomenten un sentido de unidad y colaboración.

4. Reconozcan y celebren el servicio como un valor preeminente.

• Diseñen estrategias de agradecimiento y reconocimiento público. Expresen el aprecio por el servicio de los miembros frecuentemente.

• Realicen eventos para celebrar los logros y el impacto del servicio de la congregación.

• Reconozcan el servicio como un valor fundamental. Promuevan una cultura de aprecio por el servicio en todos los ámbitos de la vida de la iglesia. Eviten dar el mensaje equivocado de que algunos ministerios valen más que otros.

CONCLUSIÓN

La iglesia local, como comunidad de santos, está llamada a ser un santuario de servicio en el mundo. Su santidad se expresa en la acción, en la transformación integral de sus miembros y en la incubación de ministerios que impactan positivamente en la sociedad. La iglesia se convierte en un espacio donde la santidad se vive y se comparte con el mundo, cuando fomenta la identidad ministerial, la capacitación, la creación de oportunidades de servido y la celebración del mismo. En las siguientes lecciones exploraremos cómo podemos hacerlo. No falte a estos estudios.