RevistaRaices. Esta festividad, considerada una celebración menor que se recuerda el 15 de shevat (9 de febrero, este año), es sin embargo una de las más entrañables del calendario judío. Recuerda el comienzo de la primavera en Israel y en el Hemisferio Norte y también se la conoce como Rosh Hashaná la Ilanot o ‘Año Nuevo de los Árboles’. Tradicionalmente, Tu bishvat o Jamishá asar bishevat, coincide con la época en que los árboles frutales florecen, cuando una nueva corriente de savia los revive después del invierno.

Desde la antigüedad, esta festividad ha sido observada especialmente por los asquenazíes con la preparación de una seudá o comida festiva en la que se consumen quince clases de frutos, preferentemente los que se cultivan en la Tierra de Israel, como dátiles, higos o vainas de algarrobo, y algunos de estos frutos, si es posible, deben ser de la nueva estación. También se acostumbra servir pasteles y tartas que contienen fruta y se entonan cantos especiales de Tu bishvat que acompañan la comida. La observancia de esta fecha por los sefardíes incluye generalmente el recitado de liturgia mística basada en el simbolismo del Árbol de la Vida en la Cábala.

El significado original del ‘Año Nuevo de los Árboles’ reside en el cumplimiento de las leyes agrícolas referentes a la terumá (porción ofrendada a los sacerdotes, anterior a la diáspora posterior a la destrucción del Segunda Templo) y a las ofrendas del diezmo. En Israel se celebra como Día del Árbol (Jag Hailanot), y los escolares realizan ceremonias de plantación de árboles referidos a la necesidad de continuar con la restauración del Hogar Nacional Judío. En algunas comunidades judías también se ha extendido la costumbre de dedicar el día a excursiones campestres y, si es posible, plantar árboles y bosquecillos recordatorios de la celebración y como manifestación de amor por la naturaleza.

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