Raíces. Recuérdese que todas las fiestas y conmemoraciones judías comienzan al anochecer de la víspera del día señalado.
El 18 de iyar –2 de mayo, este año– tiene lugar una bella celebración llamada ’33 del ómer’, que se festeja con excursiones campestres y encendiendo hogueras. Conmemora el fin de la epidemia que diezmaba a los discípulos de rabí Aquiba, en el siglo II de la era común. El nombre alude a los 49 días del sefirat haómer, ‘recuento del ómer’ (‘cebada’, ‘medida de áridos’) comprendidos entre el segundo de Pésaj y la víspera de Shabuot. El cómputo de estos días tiene al menos dos significados: el uno agrícola, ya que cuenta los días desde el inicio de la cosecha de la cebada hasta su fin, y el otro religioso, ya que la meta de la liberación de Egipto (recordada en Pésaj) era recibir la Torá (recordado en Shabuot). Mediante el ‘recuento del ómer’ quedan ligados ambos acontecimientos. A partir de Lag-baómer se relaja el semiduelo del ómer que observan algunas comunidades judías.
‘Día de Jerusalén’. Celebra, el 28 de iyar, la reunificación de la ciudad de Jerusalén y el retorno de la soberanía judía al Muro Occidental y al Monte del Templo (1967). Este año lo recordamos el 12 de mayo.
La palabra hebrea guebalá significa ‘limitación’. Los tres días de la guebalá (sheloshet yemé haguebalá) son los que preceden a Shabuot. Su nombre alude a la limitación que tuvieron los hijos de Israel de acercarse al monte Sinaí antes de recibir la Torá.
La palabra hebrea shabuot significa ‘semanas’. Es la fiesta de Pentecostés o Pascua de las Semanas, que conmemora la entrega de la Torá en el monte Sinaí y es también la fiesta de las primicias. Shabuot es la segunda de las fiestas en las que antiguamente se peregrinaba al Templo de Jerusalén. Durante esta festividad se lee el bíblico Libro de Rut. Se celebra siete semanas después de Pésaj durante dos días (uno en Israel). En el calendario común corresponden este año al 19 y 20 de mayo (6 y 7 de siván).