Muchas veces hablamos del respeto, nos molesta la crítica y esperamos las buenas palabras o un aliciente, pero ¿sabemos realmente que significa respeto, sabemos realmente como no herir a nuestro prójimo? Las relaciones humanas son la base de la sociedad, las buenas palabras y acciones son la forma de mostrar que me importa convivir con otros. La soledad es el destino de los muertos. La persona viva necesita compañía, pero debemos buscar compañeros sinceros, fieles y honrados
Amar a tu prójimo significa amarlo de corazón, con palabras y con hechos, y apartar toda mala idea sobre él. El Creador es el ideal supremo del mundo y creó al hombre a Su Imagen, o sea con la posibilidad de imitarle. Al igual que El es Piadoso, debes tu ser piadoso. Del mismo modo que El mantiene al menesteroso y viste al desnudo, así debes tu hacer. Las personas más desdichadas son el huérfano, la viuda y el extranjero, pues su alma está abatida, y tenemos un deber especial en el judaísmo de expresarles nuestro interés y amor.
Nos relata el Talmud en el tratado de Shabat (shabat 31ª) que en cierta oportunidad se dirigió un pagano al sabio Hilel, expresando su deseo de convertirse al Judaísmo, y de aprender toda la Torá mientras estaba parado en un pie. Hillel le respondió: “Lo que para ti es odiado, no le hagas a tu prójimo; el resto es la explicación, ve y estúdiala”; en otras palabras toda la Ley está contenida en el mandamiento de “amarás a tu prójimo como a ti mismo” pero para poder cumplir con este precepto, debes aprender de la Torá.
El Mandamiento «Amarás a tu prójimo, como a ti mismo» (Levítico 19-18) es un precepto fundamental de la Torá que debe gobernar nuestras vidas. Aquél que lo cumple es considerado como si cumpliera toda la Torá. Amar al prójimo es no causarle perjuicios, directa ó indirectamente, no ofenderlo ni hablar mal de él.
Siendo que la persona fue creada a Imagen Divina, no se le debe menospreciar por ser mal parecida ó torpe. Ofender y avergonzar a otro es una gran falta, ya que el ofendido se torna rojo de vergüenza y luego pálido como un muerto. Nuestros sabios explicaron que es como si se matara a la persona.
El Talmud relata en nombre del Amorá Rabi Hanina que «Todos los pecadores, después de recibir su castigo en Guehinam, tienen parte en el mundo venidero, menos aquél que avergüenza a su prójimo en público, ó aquél que le saca mala fama; aquellos son condenados a Guehinam perpetuo. Por lo tanto no sólo esta prohibido conducirse con desprecio hacia el prójimo, sino aún odiarle en su corazón». (Levítico, Perashat Kedoshim 19-17).
Así también aprendemos que no debemos mostrar alegría ante la caída de nuestro compañero, ni regocijarnos cuando está abatido por algún percance que le ocurrió, como expresa el Midrash: “Aquel que se vanagloria de la deshonra de su prójimo no tiene parte en el mundo venidero”. (Midrash Bereshit Raba)
Debes saber que cuando tu compañero prospera, es D-s quien le hace prosperar, por lo cual no lo envidies, sino alégrate de su éxito y no dejes de amarlo, así como Aarón se alegro cuando D-s eligió a Moshé, su hermano menor, para sacar al pueblo de Israel de Egipto.
Tienes el deber de sostener, fortalecer, consolar, mantener y cubrir las necesidades de tu prójimo. Así dice el Creador: «Yo soy el Amo de todos, el Padre de todos los seres que están a tu alrededor. Si me amas a Mi, ama también a mis hijos, alégrate con sus éxitos, procura ofrecerles tus bondades y participa en sus angustias. Tal como te gustaría que se conduciesen contigo, condúcete con tu compañero; pero debemos cuidarnos a nosotros mismos, no solo debemos saber como comportarnos con los demás, sino que debemos analizar las situaciones para que no nos dañen. Que no frecuenten tu casa muchos amigos hasta que compruebes que su amistad es desinteresada». (Berajot 63ª) Si conseguiste tener amigos sinceros según tu deseo, ámalos como a ti mismo.
Pero recuerda:
¿Quién es un héroe? Aquel que sabe transformar a su enemigo en amigo.
Esta es una adaptación de un articulo del libro “Guía para la practica del judaísmo” del Rav Nissim Behar z”l, extraído con la autorización de la familia