La profecía es un mensaje que anuncia la voluntad de Dios, denuncia la conducta contraria a ésta y proclama la llegada del Reino de Dios como salvación o condenación, dependiendo de la respuesta a su mensaje. Como característica, incluye un llamado a la conversión.
La palabra profeta es la traducción del término hebreo “Nabí”, que quiere decir: “el vocero de Dios”1. El profeta era el mediador que recibía de Dios el verdadero sentido de lo que pasaba en el mundo y lo transmitía en palabras comprensibles a los seres humanos2. Exponía la evaluación divina sobre la conducta del pueblo y daba a conocer el veredicto, ya sea de castigo o restauración3.
1Éxodo 7:1 compare Deuteronomio 18:14-22; 22Samuel 12:1-12; Ezequiel 3:22-27; Óseas 2:1-13; 3Isaías 1:1-4; Jeremías 1:2; Ezequiel 1:2
Los profetas anunciaban la voluntad de Dios y en consecuencia denunciaban las acciones del ser humano y de la comunidad que se desviaban de ella. Ejercían su actividad en contra del abuso del poder1 y sobre la conducta y motivaciones injustas de las personas2. Un falso profeta era aquel que hacía pasar la mala conducta del rey y del pueblo, como si fuera buena3, impidiéndoles con ello el arrepentimiento.
1Isaías 1:4-8; Amós 2:6-8; 21 Corintios 14:24-25; 3Lamentaciones 2:14
La profecía, tiene como función principal, llamar al arrepentimiento1 dando a conocer el veredicto de Dios sobre su pueblo: Si no cambian, se ejecutará la sentencia. Si se arrepienten y confían en Dios, los perdonará y tendrán esperanza, puestal vez, transforme sus circunstancias2 de acuerdo a su bondad que nunca cambia3 y conforme a su libertad para enjuiciar. No lo haría por capricho, como lo hacen los seres humanos, sino de acuerdo a su Palabra4.
La profecía anuncia lo que Dios ha decidido hacer, no propiamente lo que va a suceder; si así fuera, entonces el pueblo no tendría esperanza, porque estaría invariablemente determinado lo que pasaría con ellos.
1Nehemías 9:26; 22Samuel 12:22; Oseas 14:1-3; Jonás 3:8-9; 1 Corintios 14:24-25; 3Isaías 30: 18; Jonás 3:10-4:3 4Números 23:19; Isaías 46:9-10; Amós 3:7;
En el Nuevo Testamento, la palabra profética, está vinculada al anuncio que hace Jesús del Reino de Dios. Es un llamado al ser humano para que se vuelva de su mal camino y espere con fidelidad la realización final de su Reino (horizonte escatológico). La profecía pretende que el creyente, responsablemente, permanezca fiel al testimonio de Cristo y esté vigilante esperando su retorno, que puede ocurrir en cualquier momento1.
1Mateo 24:44; 25:13
En su función como profeta prometido1; Jesús buscó que el pueblo se convirtiera a Dios2, reveló las verdaderas intenciones de la conducta humana3 y anunció las consecuencias para quienes acepten4 y para quienes rechacen su mensaje5
1Deuteronomio 18:18; Juan17:7-8; 2Hechos 26:18; 3Juan 3:19; 4Mateo 10:41,42; Juan 6:40; 5Mateo 16:27
Los anuncios del Antiguo Testamento, respecto al futuro, fueron la expresión de la confianza en que Dios actuaría definitivamente para establecer su Reino, no pretendieronser el diseño exacto ni mucho menos, la regla a la que Él tendría que sujetar su acción final.
Sólo que en algunos sectores del pueblo judío, esos anuncios proféticos fueron concertándose alrededor de la esperanza de un Mesías rey y un reino judío de alcance universal.De manera que cuando Dios actuó en Jesús, lo hizode una manera tan distinta a esa esperanza mesiánica que la desilusión se convirtió en el principalobstáculo para que los judíos vieran en Jesús al Mesías de Dios. Para tratar de salvar ese obstáculo los escritores del Nuevo Testamento constantemente se refirieron a las acciones de Jesús como el cumplimento de lo dicho por los profetas1, pero esa afirmaciónescandalizó a los jerarcas judíos.
1Lucas 24:27, comparar con Juan 5:39
Jesús, además de cumplir la profecía del Antiguo Testamento, anunció realidades nuevas del porvenir1 porque para Él la predicación del Evangelio a todo el mundo es un elemento determinante del fin2.
1Mateo 19:28; Mateo 24 y 25; 2Mateo 24 y 25; Marcos 13:10; 1 Pedro 3:9