BBC. «¿Quién dicen que soy?», preguntó Jesús a sus discípulos, y la cuestión sigue presentándose a la humanidad hoy. Así, las principales religiones del mundo ofrecen una respuesta: Jesús fue un rabino para los judíos, un enviado del cielo para los hindúes, o un profeta más para los musulmanes.
Para el hinduismo, que es un conjunto de varias tradiciones religiosas monistas, Jesús es «una figura muy respetada» según el portavoz en España de la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna, Juan Carlos Ramchandani, cuyo nombre hindú es Krishna Kripa Dasa.
De acuerdo con el sacerdote de la tradición Vaishnava, en una de las escrituras sagradas del hinduismo, el Bhavyshya Purana (que data de hace 3000 años aproximadamente), se anuncia el nacimiento de Jesús con el nombre de Isha.
«Esta escritura predice que va a llegar un enviado de Dios, que llamamos avatar. En sánscrito significa ´aquel que desciende´, es decir, que desciende del mundo espiritual al mundo material con un mensaje divino, de amor y de paz».
En el Budismo, en cambio, eliminan todo concepto de divinidad personal. «Para muchos budistas, Jesús fue un ser iluminado, un gran maestro. Yo siento a Jesús más cerca por su humanidad; no lo veo como un dios. Su mensaje de amor me acerca a él, pero si lo veo como un dios, su figura se hace tan lejana que jamás lo podré imitar», explicó José Castelao, reverendo Toan Sunim del templo Zen de la Ciudad de México.
Para la tradición judía Jesús nació, vivió y murió como judío. En la visión monoteísta judía es imposible que una persona sea sinónimo de Dios. «Jesús es percibido como un maestro y un rabino», aclaró Marcelo Polakoff, presidente de la Asamblea Rabínica Latinoamericana. «Lo que plantea una diferencia entre el judaísmo y el cristianismo tiene que ver no con la figura de Jesús en el sentido histórico, sino con la idea de Jesús como un mesías. Compartimos la idea de Jesús, pero diferimos en la idea de Cristo», señaló el rabino. Jesús tampoco es considerado un profeta para los judíos, pues la profecía terminó 400 años antes de la época de Jesús. «El último profeta, en la tradición judía, fue Malaquías», indicó Polakoff.
En el Islam, Jesús (Isa en árabe) es considerado -como Abraham, Moisés, Mahoma- uno de los más grandes profetas de la humanidad. «Jesús, la paz esté con él, fue el hijo de María y no de Dios», enfatizó Muhammadali Ibrahim Bokhari, supervisor general de la Asociación de la Liga Mundial Musulmana. «Creemos que Jesús fue un siervo de Dios, igual que creemos que su madre fue una santa sierva de Dios. Ninguno de los dos son socios de Dios en la administración del Universo», señaló.