LupaProtestante

LA MUTACIÓN DEL LIDERAZGO

Abel García, Perú

Aunque el coaching y el mentoring están cambiando el panorama del liderazgo en el mundo organizacional, todavía los líderes son vistos con un aura de misterio, como separados del resto, con cualidades especiales o talentos que los demás no tienen, despachando allá arriba en sus oficinas del tamaño de un departamento pequeño, tomando decisiones trascendentes para mucha gente, observando el panorama con visión global y expresando potentemente una imagen de seguridad.

Demás está decir que en las comunidades cristianas casi es lo mismo. Dentro del catolicismo, la separación entre el clero y el laicado tiene una explicación teológica (mis amigos católicos pueden explicar esto mucho mejor que yo), y en las iglesias protestantes es algo parecido aunque menos riguroso. ¿Cuál es la imagen del pastor? El terno, en lo posible impecable, la prédica homilética, la distancia respetuosa definida con la congregación. La formalidad. La liturgia. La profesionalidad, que a veces oculta al don. La seguridad. Eso para nada es malo. Ha sido el repositorio sobre la cual la iglesia ha crecido, y madurado por muchos años aunque las cosas están diseñadas para que el líder tome el control y no para que sirva al resto, pero esto está siendo cuestionado.

No sé qué piensen ustedes aunque ya he hablado de esto antes. Quizá canse a algunos, pero la cosa es hoy por hoy más horizontal y relacional. El pastor gurú que me daba todas las respuestas está al borde de la jubilación, y es el seno de la comunidad en interacción plena, en el compartir entre todos, en donde nacen todas las nuevas interrogantes y las nuevas soluciones. Esta comunidad tiene un diseño distinto al anterior que tiene presente que el que «anhela obispado es porque buena obra desea», pero sabiendo que «si alguien quiere ser primero pues debe ser postrero». Esta comunidad quiere aplicar de verdad esta realidad bíblica.

La homilética se está transformando (¡y este lugar, Internet, es la prueba de eso!) y hoy todos podemos hablar y comentar gracias a esa maravillosa herramienta llamada blog, que permite que la voz fluya en dos sentidos; ya no sólo viene del púlpito, sino de “abajo”. Y este “abajo” presiona y condiciona al nuevo liderazgo (que, como decía, la tiene clarísima cuando entiende que tiene que servir de verdad y no hacerse servir) con sus propios parámetros: un fluir real del don que el Espíritu Santo nos ha dado, adiós a la formalidad disuasiva y separatista –no más corbatas, no más elegancia-, bienvenida a la prédica diseñada para el oyente y no para el esquema teológico del seminario, esto es, gráfica, narrativa y absolutamente dialogante, pero por sobre todas las cosas, priorizando la transparencia a la seguridad.

Sí, transparencia. Los líderes están distantes y no se muestran como realmente son -esta es una realidad fulminante en muchas iglesias-. Predican bonito, aconsejan muy bien, pero no se sabe lo que sienten, lo que sufren ni lo que sueñan (a menos que sean sueños de grandeza ministerial). Ahora la seguridad se está desechando porque es mejor la transparencia, y el “abajo” pide un líder como ellos, no un oráculo místico sino alguien que se muestre tal cual es con virtudes, defectos, luchas, crisis, dilemas, fracasos, éxitos, alegrías, penas, dudas, certezas, miedos, esto es, que se muestre en toda su humanidad. Sin imágenes prefabricadas, sin máscaras, totalmente cristalinos.

Ingresa aquí tus comentarios