• Del lat. cultus, “cultivar”, el culto es un tiempo preparado (cultivado) y ofrecido a Dios.
  • El culto es un acto comunitario festivo pero también sacro y muy respetuoso de servicio y ofrenda a Dios en acción voluntaria, en respuesta agradecida a lo que él ha hecho por nosotros. Por esto la Iglesia se siente impulsada a la alabanza, a la meditación de la Palabra, a la oración y a la ofrenda.
  • Es un programa, el desarrollo de una ceremonia, un servicio, un homenaje o elogio, una ofrenda de adoración, una acción de gratitud a Dios, que encierra un triple testimonio:
    • Honrar a Dios con la adoración.
    • Bendecir a la congregación con la edificación.
    • Testificar al mundo con la proclamación.
  • El culto es la máxima expresión de la vida cristiana, abarca su pasado, su presente y su futuro, porque:
    • En él y con él recordamos la historia de la salvación.
    • Manifestamos nuestra gratitud y por eso loamos a la Divinidad.
    • Manifestamos nuestra fe y nos esperanzamos con la segunda venida del Señor Jesús.

El propósito de un culto es adorar, glorificar a Dios.
El culto no conmemora un recuerdo desilusionado sino recuerda en cada ocasión el amor de Dios expresado en la obra de Cristo resucitado.
El culto es una necesidad del alma.
El culto es estar reunidos en la presencia de Dios adorándole.
A veces adoramos para llenar nuestro interior vacío, para aprender cosas de la Biblia, o –como los paganos– para ganarnos un favor; o, como los judíos: como respuesta a algo que pedimos y ya recibimos.
Al culto se asiste con reverencia, con gozo, con arrepentimiento, pero nunca con indiferencia, porque “ninguno debe presentarse delante de Jehová con las manos vacías.” (Deut. 16:16) Quien se presenta con una ofrenda seguro que no volverá a casa con las manos vacías, porque Dios no lo despedirá sin nada, algo recibirá al final de la reunión a través de la bendición pastoral.
Si el culto no redarguyó el corazón de los asistentes entonces ese culto no generó nada, y por lo tanto ese culto prácticamente no sirvió.
Por otra parte, el culto no es un show, un espectáculo en el que se busque mantener entretenidos y sorprendidos a los hermanos. Así que el entusiasmo no se canalizará en esfuerzos por hacer reír a los hermanos sino en el uso de palabras espirituales que salgan sinceras del corazón y llenen de gozo a los hermanos. El gozo en el Señor hace llorar a los hermanos al sensibilizarlos y constreñirles el corazón, tanto que doblegan su alma en gratitud a Dios por haber sido alcanzados por el evangelio. En este tenor, en consecuencia, no cabrán los chistes, las bromas, las palabras ingeniosas ni sarcásticas. Recuerde que es un culto, no una entrega de premios ni una ceremonia escolar de fin de cursos.
Observe qué actitud se adopta al adorar al Señor según los siguientes versículos:
• Mateo 2:11 • Mateo 4:9-10
• Juan 4:19-24 • Hechos 2:42
• Romanos 12:1 • Apocalipsis 4:1-11

Algunos tipos de culto en nuestra Iglesia
• De oración • De “Escuela Sabática”
• De niños • Fúnebre (sepelio)
• De bautizmos • Congresos
• De cierre de actividades • De Cena del Señor
• Bodas • De consagración (de templos, de pastores, de directivas, etc.)

CÓMO DEBE SER LA ADORACIÓN A DIOS, SEGÚN ROMANOS 12:1

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro racional culto.”

El trasfondo de este verso es el culto sacrificial judío. En este texto Pablo señala algunas características del culto, de la adoración a Dios y de los adoradores.

CUERPO. Se refiere a la totalidad de la persona.

PRESENTÉIS. En el A.T. los animales iban contra su voluntad, no iban solos sino que eran llevados. Hoy nosotros en el culto debemos presentarnos voluntariamente y cubriendo las mismas características, es decir yendo al altar sin mancha, sin defecto. Este verso de Pablo a los Romanos dice PRESENTÉIS, es decir ustedes mismos, no que los lleven a presentar. Presentarse en ofrenda a sí mismo significa presentarse adecuadamente ante Dios en el culto. Adecuadamente implica presentarse en integridad. Integridad implica presentarse limpio, peinado, con manos limpias, corazón limpio, sin manchas de pecado, sin defectos (los defectos serían los vicios, violencia, dobles personalidades, actitudes de irresponsabilidad, orgullo, con mentira, sin sinceridad, etc.) Con buena disposición de limpieza espiritual, con buena apariencia, incluida la apariencia corporal (al menos bañado). Implica también presentarse a tiempo. Hay que presentarse “bien presentado”.

SACRIFICIO VIVO. Porque ya no se llega a la muerte de la ofrenda, como ocurría en el A.T. Cristo es el mejor ejemplo de ofrenda, el modelo neotestamentario que sustituye al cordero del A.T, cordero sin mancha y sin defecto. Dios no se agrada de ofrenda de animales muertos, deben ser vivos. Un buen ejemplo de que estamos vivos es presentando nuestros cuerpos en sacrificio con el corazón latiendo y el cuerpo en movimiento, hablando, cantando, bien despierto.

SACRIFICIO SANTO. Desistiendo de nuestros propios intereses para estar dispuestos a ser ofrenda de sacrificio para Dios. Necesariamente implica apartarnos para Dios y santificarnos para su servicio.

SACRIFICIO VIVO y SACRIFICIO SANTO. Implica doblegar todo sentimiento o actitud que se oponga al espíritu del culto.

SACRIFICIO AGRADABLE. Como en el A.T., que al consumirse en el fuego del altar, subía un olor suave a Dios; hoy ese olor suave como de incienso es producido por la impecable manera de vivir y por las oraciones del creyente.

RACIONAL. El culto no debe basarse en las arenas movedizas de las emociones sino en una actitud consciente y madura en la que sí se expresen pero sólo emociones y sentimientos santos basados en la Palabra y que nada sea solamente de pura corazonada.

Nuestro verdadero culto consistirá en ofrecer a Dios todo nuestro ser limpio y en nuestros cinco sentidos.

1 Comentario

  1. Bernabé Gonzalez dice:

    Mis amados hermanos, paz a ustedes. El mensaje de «Culto y Adoración» me parece excelente.Esta vez he aprendido sobre cómo debe ser mi actitud ante el Señor en el culto. Muy agradecido a ustedes hermanos y que el Señor siempre los bendiga. Paz.

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