Oseas F. Lira

Génesis 3:23 y 24 registra el suceso de la expulsión del huerto: “Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre…”

La siguiente historia nos ilustra cuál es el peso del pecado para la persona que está consciente de ello:

Un predicador estaba invitando a la congregación a que por favor todos se arrepintieran de sus pecados, a que dejaran atrás una manera de vivir que a Dios no le agrada, y señalaba que quien vive en pecado carga sobre sí un peso enorme que no lo deja vivir. En ese momento un joven, burlonamente, le lanzó esta pregunta:

–Pastor, usted habla del peso del pecado pero, ¿sabe qué?, yo no lo siento. ¿Puede decirme cuánto pesa el pecado? ¿Acaso 200 kilos?

Entonces el predicador le contestó:

–Dime por favor, si tú pusieras 500 kilos de peso sobre el pecho de un hombre que yace muerto, ¿lo notaría el muerto? No, verdad. Bueno, pues tal vez por la misma causa es que tú tampoco sientes ahora el peso del pecado en tu cuerpo.

Quien está en pecado está como muerto, por eso es que no puede darse cuenta cuánto le pesa su pecado, y piensa que todo lo que hace está bien.

Para el hombre consciente el pecado pesa, pesa en la mente y en el corazón, y pesa mucho.

La palabra de Dios dice en Efesios 2:1-8: “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados… aún estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)…”

Antes de la expulsión del huerto del Edén, la vida de Adán y Eva era placentera. El pecado, la caída de ambos, generó consecuencias catastróficas al menos en tres aspectos:

I. En lo físico

  • Presencia de fatiga, sudor.
  • Obtención del alimento con dificultad.
  • Desastres y enfermedades.
  • Parto doloroso en la mujer.
  • Sujeción. La palabra deseo (teshûgâ, en hebreo) implica un intento de usurpar o controlar. A tu marido será tu deseo.
  • El ser humano ya no ve ni oye a Dios
  • Cansancio
  • Vida corta
  • Se acentúa su fragilidad, ambos son como el polvo: vil, frágil, ligero, débil.
  • La muerte (Rom. 5:12)
  • Etc.

II. En lo espiritual

  • Pierden la comunión con Dios.
  • Se pierde la inocencia.
  • Amargura del alma.
  • Soledad.
  • Sentimiento de desamparo.
  • Terror.
  • Angustia.
  • Culpa (por conciencia del pecado).
  • Pérdida de la libertad espiritual.
  • Sumisión, en la mujer.
  • Fatiga mental.
  • Vergüenza.
  • Fe flaca.
  • Se acentúa la conciencia de su responsabilidad.
  • Dolor.
  • Frustración.
  • Se pierde la vida eterna.
  • Etc.

III. Consecuencias del pecado de Adán y Eva en la humanidad y en la Creación.

  • La serpiente se arrastra.
  •  Suelo maldito.
  •  Producción de espinas y cardos.
  •  Desigualdad social.
  •  Tiranía y totalitarismo.
  •  Recepción en la tierra de las personas que mueren.
  •  A causa del pecado, un día la tierra fue inundada con agua.
  •  A causa del pecado, un día la tierra será inundada con fuego.
  •  Etc.

Sólo hay una solución para que todo esto se atenúe hoy día en el ser humano y en la Tierra: ser como Cristo, obediente a Dios hasta la muerte. (Filipenses 2:8)

Ingresa aquí tus comentarios