BRASILIA – Brasil, el país más católico del mundo, vio caer el número de seguidores de esa religión en la última década mientras creció la presencia de evangélicos, según datos del Censo Demográfico divulgados el viernes.

El censo realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística en 2010 mostró una tendencia hacia una mayor diversidad religiosa en el país más grande de América Latina, aunque los católicos continúan siendo mayoría.

Según el estudio, los católicos representaban 64,6% de la población de 192 millones en 2010, un declive desde el 73,6% del censo anterior del año 2000.

En el mismo período, los evangélicos pasaron de 15,4% a 22,2% en el último censo. Este segmento, con fuerte presencia en comunidades pobres así como en radioemisoras y canales de televisión, representaba 6,6% de la población en 1980 y ha crecido fuertemente desde entonces.

La denominación espírita, un movimiento cristiano que cree en la reencarnación y el contacto con espíritus, también creció de 1,3% en 2000 a 2% en el último censo. Este grupo atrae especialmente a personas de elevado nivel de instrucción y es el grupo con mayor porcentaje de personas con educación superior completa, con 31,5%.

Lo contrario ocurre con los evangélicos, entre los cuales sólo 6,2% completó estudios superiores mientras que entre los católicos es de 6,7%.

Los evangélicos brasileños también son los de ingresos más bajos, con 60% que recibe un salario mínimo, de poco más de 300 dólares por mes.

De acuerdo con el censo de 2010, 8% de los brasileños se declaran sin religión, por encima del 7,3% de una década antes. Entre tanto, los adeptos a las religiones umbanda y candomblé, de origen africano, se mantuvieron estables en el último decenio con 0,3% de la población.

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