LaJornada. Edición del 10 de Octubre de 2007.
Gabriel León Zaragoza
El presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), Arturo Farela, consideró “exacerbado” el deseo de la cúpula de religiosos de la iglesia de Roma por tomar cada vez más poder político, lo cual, agregó, “es un descaro y ofensa a la propia historia reciente de México”. En conferencia de prensa sostuvo que al grueso de la población le es “incómoda” la actitud del Vaticano de pretender incurrir en política y saludó que esta mayoría rechace las intenciones de los religiosos católicos. “Sabemos que por más que intenten usar todas sus influencias y maquinaciones, no lograrán, al menos en este sexenio, sus pretensiones”, refirió. Lamentó que los jerarcas católicos intenten “polarizar el debate de las libertades políticas para los ministros de culto, cuando en realidad, si tan fuerte es su deseo, saben que con una renuncia a su ministerio con cinco años de anticipación podrían contender electoralmente en los comicios. Pero, son obvios y, por tanto, cínicos sus anhelos, pues pretenden utilizar la estructura de su Iglesia y la misma religión para propósitos electorales deliberadamente tendientes al poder”, puntualizó el religioso.