Casa Sefarad Israel. Jerusalén, 18 ene (EFE).- Israel anunció en la noche del sábado que a las dos de la madrugada de hoy (24: GMT) declarará un alto el fuego unilateral en Gaza solo minutos después de que Hamás lo rechazara de antemano desde la franja palestina.

El anuncio lo hizo el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y pone fin al menos provisional a veintidos días de ataques que han dejado mil doscientos muertos -más de la mitad civiles, y una tercera parte niños y mujeres-, y cinco mil heridos.

«Las fuerzas (israelíes) continuarán en Gaza y sus alrededores», advirtió Olmert, aunque precisó -sin establecer ningún plazo-, que se retirarían de la franja en caso de que Hamás detenga el lanzamiento de cohetes contra el sur de Israel.

El jefe del ejecutivo israelí afirmó que «se han cumplido» los objetivos que se había fijado la operación «Plomo Fundido», iniciada el 27 de diciembre, y justificó el cese de las hostilidades con el argumento de que «Hamás ha sufrido un duro golpe».

«Ha perdido a muchos de sus hombres, los disparos de cohetes se han reducido y se han destruido numerosos túneles que empleaba para el contrabando de armas», dijo.

Olmert hizo estas declaraciones en rueda de prensa tras tomarse la decisión en Tel Aviv en el seno del Consejo de Seguridad, un órgano integrado por el gobierno, los altos mandos militares y los jefes de los servicios inteligencia.

El primer ministro de Israel no dejó pasar la oportunidad de subrayar que en el alto el fuego no se ha tenido en cuenta a Hamás, que «como otras organizaciones terroristas reconocidas internacionalmente -aseguró- no debe formar parte del acuerdo».

El anuncio se produjo minutos después de que Hamás rechazara de antemano por primera vez desde Gaza una tregua en esas condiciones.

«Nunca aceptaremos la presencia de ningún soldado (israelí) en Gaza, cualquiera que sea el precio», dijo Fauzi Barhoum, portavoz del movimiento islamista, en una intervención ante las cámaras de la televisión Al-Aqsa, controlada por Hamás.

Barhoum leyó un manifiesto en el que aseguró que «la propuesta del enemigo para un alto el fuego unilateral significa que la Guerra de Gaza fue unilateral y llevaba a cabo contra nuestro pueblo».

El portavoz del movimiento islamista exigió que «el enemigo sionista cese en sus agresiones, se retire de Gaza, ponga fin a su bloqueo (de la franja) y abra todos los pasos» con Israel.

Hamás había rechazado desde el exterior de la franja una tregua unilateral desde que el Gobierno israelí filtrara ayer a la prensa esa posibilidad pero la declaración de Barhoum supuso la primera ocasión en que lo hace en el interior de Gaza.

La tregua pone en una difícil situación al movimiento islamista, que se enfrenta a la disyuntiva de continuar las hostilidades, y arriesgarse a que Israel reanude su ofensiva, o frenar sus ataques, y dar la imagen de que el Estado judío le fija el calendario.

En ambos casos se debilitaría su posición en las negociaciones que Egipto prosigue con el apoyo de los líderes europeos para tratar de acordar las condiciones de una tregua estable.

En línea con lo adelantado por Barhoum, y una vez que Olmert hizo el anuncio de alto el fuego, el brazo armado de Hamás, las «Brigadas de Azedín Al-Kasem», aseguró ya de madrugada en un comunicado que continuará la lucha armada junto a otras facciones palestinas.

El brazo armado de Hamás advirtió que no detendrá sus ataques «mientras haya un soldado israelí y continúe el bloqueo a Gaza»

Pero el representante de Hamás en El Líbano, Osama Hamdán, hizo una lectura favorable del anuncio israelí, lo que indicaría que el movimiento islamista busca una formula política para salvar la cara.

En declaraciones a cadenas de televisión árabes, Hamdan felicitó «a nuestro pueblo por nuestra victoria», y aseguró que «el enemigo sionista ha dado muerte de civiles y causado destrucción, pero ha fracasado en romper la fortaleza de la resistencia».

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