Desde hoy, al salir la primera estrella de la noche, la comunidad judía celebra el comienzo del Año Nuevo judío 5769 (Rosh Hashaná- Cabeza de Año), cuyos festejos se extenderán hasta el 1 de octubre.

ALC. Lunes, 29 de septiembre de 2008

La solemne fiesta tiene tradiciones arraigadas en la historia y el sentir de este pueblo. Entre las costumbre se destacan las de comer manzana con miel, cuyo significado es endulzar el año entrante, y el toque del Shofar (cuerno de carnero), cuyo sonido inicia este período de vivencia espiritual que continua hasta el Día del Perdón (Iom Kippur) el 8 de octubre.

El rabino argentino Sergio Bergman, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias, dice que espera una mayor convocatoria en los templos y ceremonias para las fiestas de este año. «Hay un crecimiento de participación de la gente en las celebraciones religiosas», explicó Bergman horas antes del inició de Rosh Hashaná. «Ese crecimiento se da de manera sostenida en todas las expresiones de la comunidad (judía)», asegura.

Daniel Goldman, rabino de la porteña comunidad Bet El afirma que «hay mucha búsqueda espiritual» en este «año de mucha crispación».

En su deseo para este nuevo año que comienza, Goldman pidió «que el eterno nos de la sensibilidad para poder entender qué es lo que ocurre en el alma del prójimo y en nuestra propia alma, de manera que esa sensibilidad nos permita ser inscriptos en el libro de la vida».

En tanto, en Israel, la policía elevó al máximo el nivel de alerta para prevenir ataques y atentados durante estas fechas, después de que los servicios de seguridad recibieran advertencias concretas y decenas de amenazas por parte de diversas organizaciones terroristas. Otros países con importante presencia judía también reforzaron la seguridad en las instituciones de la colectividad.

Martín Kanenguiser, desde la redacción de La Nación de Argentina, se pregunta ¿Qué buscamos al celebrar durante dos días el inicio de un nuevo año judío?

Su respuesta también apunta a la calma en medio de tanta incertidumbre y vértigo que vive el mundo en estos días. «Qué mejor que la pausa que nos otorga esta milenaria celebración, símbolo de un pueblo que se ha transformado pero que sigue vivo por el apego a sus raíces, para poder recapitular qué hicimos en los últimos 12 meses y qué haremos de ahora en más», propone.

El período de las Altas Fiestas se abre esta noche y cierra en 10 días con Iom Kipur, una jornada de arrepentimiento y ayuno que incluye cierto sacrificio, mínimo al lado del que obligadamente viven millones de personas cada día en este injusto planeta.

¡Le Shana Tova! a la comunidad judía

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