María tuvo un lugar prominente en el credo de muchos grupos que se llaman cristianos.
El culto debido a su hijo, dio origen al culto dedicado a su madre, pero no es digno de veneración, no se reconoce como mediadora o intercesora en los problemas de los hombres.
El cristianismo de hoy es cada vez más inclinado a venerar la figura de María. Esto es sintomático y se establece en la Escritura, especialmente en el libro de la Revelación o Apocalipsis, como uno de los signos de estos tiempos de apostasía que estamos viviendo.
Jesús perdió su lugar de exclusividad de la adoración, junto con el Padre, para dar lugar a la madre. María es bienaventurada por haber concebido el hijo, pero finalmente aceptó sus palabras y reconoció la necesidad de su propia salvación personal.
Lucas 8:20
Hubo alguien que dijo: «He aquí, tu madre y tus hermanos están afuera y te buscan» Pero Jesús dijo: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la cumplen».
Hechos 1:14
Todos tomaron parte en las reuniones de oración con regularidad y con el mismo espíritu, junto con algunas mujeres, María la madre de Jesús, y los hermanos de Jesús.
Bendito es el fruto de su vientre. Y si puede ser reconocida como una bendición, esto es sólo debido a su conformidad con el plan de salvación trazado por Dios.
Para aquellos que piensan que María es bienaventurada por el simple hecho de que él concibió a Jesús Salvador, hay una respuesta dada por lo que aclara todas las dudas y refutar la doctrina del cristianismo sobre el culto de María:
Lucas 11:27
Cuando Jesús terminó de decir estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y dijo: «. ¡Feliz la mujer que te dio a luz y te amamantó!» Pero Jesús dijo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y le obedecen.»