RevistaRaices. Más de 1,1 millones de personas visitaron en 2008 el campo de concentración de Auschwitz-Bierkenau, al sur de Polonia, de los que unos 700.000 fueron jóvenes que quisieron conocer el lugar en el que la barbarie nazi asesinó a cerca de un millón de judíos durante la II Guerra Mundial. A pesar de los buenos datos, el número de visitantes no fue tan alto como el registrado en 2007, cuando se superaron todos los récords con más de 1,2 millones de entradas al recinto, según reconoció la dirección del centro de Auschwitz. La mayoría de estos visitantes fueron polacos, más de 400.000, seguidos por los británicos, 110.000; estadounidenses, 75.000; alemanes, 60.000, e israelíes, con cerca de 45.000 visitas. El museo de Auschwitz-Birkenau se abrió en 1947 sobre el antiguo campo de concentración, el más grande puesto en marcha por la maquinaria de muerte nazi, donde entre 1940 y 1945 fueron asesinados 1,1 millones de personas, de ellos un 90 por ciento judíos. El campo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979, pasando a ser uno de los principales símbolos del Holocausto en todo el mundo.