La Pascua es la primera de las tres festividades anuales en las que antiguamente se peregrinaba al Templo de Jerusalén; comienza en vísperas del 15 de nisán y dura ocho días (siete en Israel). La festividad (pésaj en hebreo, péisaj en idish), conmemora el éxodo de los judíos de Egipto y se caracteriza por muchas costumbres y leyes especiales. La principal es la prohibición total del jaméts (levadura). Los primeros dos días y los dos últimos son iom tov o días festivos; los días intermedios son jol hamoed o semifestivos. Este año se celebra desde la noche del sábado 8 de abril hasta el día 16.

Algunos de los nombres con que se conoce esta fiesta son: Jag hapésaj, que recuerda que Dios ‘salteó, pasó por alto’ las casas de los judíos antes de herir a los primogénitos egipcios; Jag haaviv, ‘Fiesta de la Primavera’, que une la Pascua con el ciclo agrícola y con la fecha del éxodo, “en el mes de la primavera”, nisán; Jag hamatsot, ‘Fiesta del Pan sin Levadura’, que subraya el carácter central del precepto de comer matsá, pan ácimo; ‘Fiesta de la Libertad’, por último, se refiere a la liberación nacional del pueblo de Israel que se reitera constantemente en el judaísmo: los Diez Mandamientos comienzan con una recordación de este acontecimiento y el kidush que se recita cada víspera de Shabat incluye la frase “en recuerdo de nuestra salida de Egipto”.

Revista-Raices

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