AJN.- Rusia anunció que el proyecto de construcción del Museo Ruso-Judío para la Tolerancia, que promete ser el museo judío más grande del mundo, fue aprobado esta semana en Moscú.
En un gesto simbólico de apoyo a esta iniciativa, Vladimir Putin, durante su gestión como presidente en 2007, prometió donar un mes de su salario como presidente de Rusia para la construcción del museo.
Putin realizó este gesto como respuesta a un pedido formulado por el rabino jefe de Rusia, Berl Lazar, quien solicitó que el presidente acelere el plan para la construcción del museo, que se encontraba demorado desde hace tiempo, según informó el diario Arutz Sheva.
El nuevo museo será la pieza central del centro comunitario judío de Moscú, que fue construido y financiado por la municipalidad de esa ciudad hace aproximadamente cinco años.
El Museo de la Tolerancia será construido dentro de un edificio histórico del centro comunitario, que está ubicado cerca de un comedor de beneficencia, un centro de salud y un colegio judíos.
Según informó el diario israelí, también se está completando la construcción de un centro de estudios religiosos (yeshiva) y de una universidad judía.
Baruch Gorin, vocero de la comunidad judía de Moscú, señaló que el museo recordará la historia de los judíos en Rusia, con exhibiciones de arte judío y elementos de la vida religiosa judía, y también tendrá una sección dedicada al Holocausto y a los judíos rusos que perecieron durante la invasión nazi de Rusia occidental.
Un vocero de la Federación Rusa de Comunidades Judías comentó que el edificio donde se construirá el museo fue donado por la municipalidad de Moscú con la bendición del alcalde Yuri Luzhkov, quien destacó la importancia de enseñar al público ruso sobre el Holocausto y la historia judía.
El vocero Tal Rabina señaló que el alcalde espera que el estudio de la cultura judía en el nuevo museo permita poner fin al legado de antisemitismo existente en Rusia.
PB-HJP