Diác. Juan Sánchez G.
¿Alguna vez pensaron o imaginaron lo maravilloso que sería poder tener poderes como los superhéroes de los comic’s?
¿Cuántos de nosotros cuando niños, veíamos los comic’s y deseábamos ser como ellos?
¿Puedes tener la posibilidad de nunca morir? ¿Qué ninguna cosa creada nos pueda hacer ningún mal?
Lanzar rayos y fuego, tener una fuerza descomunal, tener rayos X, ser invencible, ser invisible, poder volar, etc.
¿De dónde viene ese deseo? ¿Por qué algunos queremos tener esos poderes? No lo sé. Pero recientemente que me puse a pensar en esto, y concluí que esos poderes podrían volverse “realidad” si los tratábamos de internalizar (hacerlos internos).
Todos los sueños se pueden hacerse realidad, solo basta con desearlo, nos dirían muchos, pero sabemos que solo esta existe en la ciencia ficción o en los cuentos de hadas.
Entonces: ¿Cómo podemos hacerlos realidad en este momento de nuestra vida? En esta vida tan turbulenta muchas veces. . . mas que apacible.
El pensamiento de muchos seria mas que tener estos poderes, seria tener la capacidad de sobrevivir a la pérdida de un ser querido, a la vejez, a la enfermedad, al sufrimiento, a un rompimiento. . . pero para muchos solo bastaría cinco minutos de tranquilidad.
Algunas cualidades de los super héroes en esta lista serian interesantes verlos desde el punto de vista espiritual.
Tener Rayos X: podemos tenerlos cuando por ejemplo, vemos o nos presentan alguna persona e inmediatamente queremos juzgarla por su apariencia física o su vestimenta.
1ª. Sam. 16:7 Pero el Señor le dijo a Samuel:—No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.
Ahí es cuando podemos tener el poder de no dejarnos llevar por la primera impresión (que la mayor parte de las veces está equivocada por nuestros valores trastornados) y ver qué es lo que hay en el interior de esa persona.
Luc. 20:20 Entonces, para acecharlo, enviaron espías que fingían ser gente honorable. Pensaban atrapar a Jesús en algo que él dijera, y así poder entregarlo a la jurisdicción del gobernador.
Ver con “rayos X” que esa persona que está frente a nosotros siente igual que nosotros, que tiene sentimientos y quiere que se le dé el mejor trato posible, como nosotros así queremos ser tratados.
1ª. Sam. 18:1, 2 Una vez que David y Saúl terminaron de hablar, Saúl tomó a David a su servicio y, desde ese día, no lo dejó volver a la casa de su padre. Jonatán, por su parte, entabló con David una amistad entrañable y llegó a quererlo como a sí mismo.
Lanzar rayos y fuego: lanzar fuego para interesar al otro en lo verdaderamente importante que tiene la vida, lanzar rayos de conocimiento para “desequilibrar” a nuestro amigo o conocido y así lograr que se acerquen al estudio de las Escrituras.
4:28 La mujer dejó su cántaro, volvió al pueblo y le decía a la gente: (29) —Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será éste el Cristo? (30) Salieron del pueblo y fueron a ver a Jesús.
Lanzar lo mejor de uno mismo cuando nos encontremos en grupo de creyentes o no creyentes y mostrar lo que Dios espera de nosotros y tratar de ser un ejemplo a seguir.
Hech. 2:46 No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad,
Ser invencibles: pese a vivir en sociedad no observante de las leyes de Dios, no dejarnos influir por los mensajes constantes que recibimos, de que la vida es solo completa diversión y sin límites.
Ezq. 22:26 Sus sacerdotes violan mi ley y profanan mis objetos sagrados. Ellos no hacen distinción entre lo sagrado y lo profano, ni enseñan a otros la diferencia entre lo puro y lo impuro. Tampoco le prestan atención a mis sábados, y he sido profanado en medio de ellos.
Ser invencibles contra las fuerzas externas que nos quieren atraer a una vida que no es de hijo de Dios, a valores que no son eternos ni nuestros.
Dan 1:8 Pero Daniel se propuso no contaminarse con la comida y el vino del rey, así que le pidió al jefe de oficiales que no lo obligara a contaminarse.
Poder volar: ah… qué maravilla sería poder volar pero sí podemos hacerlo cuando por ejemplo estamos en una situación no adecuada y no podamos salir físicamente de ella, pero nuestra mente sí podrá hacerlo.
Salmo 137:1, 5 Junto a los ríos de Babilonia nos sentábamos, y llorábamos al acordarnos de Sión. (5) Ah, Jerusalén, Jerusalén, si llegara yo a olvidarte,¡que la mano derecha se me seque!
Cuando alguien nos ofende podemos hacer volar nuestra mente a lo que nuestras escrituras nos enseña y tener la conciencia que Dios nos mandó a esa persona por algo; podemos volar a nuestra Biblia cuando estamos inmersos en situaciones sin Palabra.
Salmo 119:30 (JER) Al abrirse, tus palabras iluminan dando inteligencia a los sencillos…
Podemos volar con nuestros pensamientos a donde queramos las veces que sean necesarias y no estar atados a situaciones desgastantes.
2ª. Co. 12:2-4 Sé de un hombre en Cristo, el cual hace catorce años – si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe – fue arrebatado hasta el tercer cielo. (3) Y sé que este hombre – en el cuerpo o fuera del cuerpo del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe – (4) fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede pronunciar.
Si alguien nos quiere convencer que el Universo se creó solo hace millones de años, podemos volar al Conocimiento Verdadero y obtener de ahí la única verdad.
Salmo 119:105 Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.
Ser invisible: cuando estamos en un grupo que está hablando mentiras, chismes. Chistes obscenos, etc. nos podemos hacer invisibles y no participar de ninguna manera activa.
Rom. 12:2 No os amoldéis al mundo actual, sino sed transformados mediante la renovación de vuestra mente. Así podréis comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta
Cuando queramos dar caridad también podemos volvernos invisibles si no queremos que nadie se dé cuenta.
Mat. 6:2 Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Os aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa.
Podemos ser invisibles cuando queramos hacer el bien de manera anónima.
Mat. 6:3 Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha.
También cuando sabemos que alguien está a punto de contestar una pregunta cuya respuesta también nosotros la sabemos y no decir “Yo también me la sabía” y dejar que la otra persona se sienta bien.
Prov. 17:27 El que es entendido refrena sus palabras; el que es prudente controla sus impulsos. (28) Hasta un necio pasa por sabio si guarda silencio; se le considera prudente si cierra la boca.
Podemos ser invisibles si llegamos a un lugar desordenado y ponemos los libros en orden sin que nos lo pidan, por ejemplo, en su lugar, o llevarnos unas tazas sucias a su lugar.
1ª.Tim. 5:10 y que sea reconocida por sus buenas obras, tales como criar hijos, practicar la hospitalidad, lavar los pies de los creyentes, ayudar a los que sufren y aprovechar toda oportunidad para hacer el bien.
Y podemos ser invisibles cuando por alguna razón llamamos la atención y no lo queremos hacer.
Poseer una fuerza descomunal: de voluntad, por ejemplo. De querer hablar mal de alguien y no hacerlo. De querer juzgar para mal y no hacerlo.
Salmo 141:3 Señor, ponme en la boca un centinela; un guardián a la puerta de mis labios.
Pensar todo el tiempo que nuestra vida tiene un propósito y que Dios nos está encaminando junto con nuestro libre albedrío, nos da una fuerza interior poderosísima.
Salmo 48:14 (LBLA) Porque este es Dios, nuestro Dios por siempre jamás; El nos guiará hasta la muerte
Lograr dirigir nuestros pensamientos y no hacerlos volar sin ton ni son.
Sal. 139:9 Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar, (10) aun allí tu mano me guiaría,¡me sostendría tu mano derecha!
De vencer nuestra flojera y apatía de leer o estudiar La Biblia cuando no tenemos ganas, de no comer algo que se nos antoja sin saber si es limpio o inmundo.
Hech. 11:7-8 Luego oí una voz que me decía: “Levántate, Pedro; mata y come.” (8) Repliqué: “¡De ninguna manera, Señor! Jamás ha entrado en mi boca nada impuro o inmundo.”
Trabajar nuestro interior cada día, trabajar nuestros defectos de carácter aunque no siempre tengamos éxito y hacerlo una y otra vez cada día; también podemos poseer una fuerza descomunal interior si a cada momento de nuestra vida o en cada momento o acontecimiento de ella, reflexionamos, concientizamos qué es lo que está sucediendo.
2ª. Co. 4:16 Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día.
Podemos poseer una fuerza interior descomunal que nos haga sentir más que poderosos cuando anteponemos nuestra razón a nuestros deseos e impulsos inmediatos en cada momento de nuestra vida.
Salmo 49:3 Mi boca hablará con sabiduría; mi corazón se expresará con inteligencia.
¡Sería maravilloso! Poder también por ejemplo contestar pensando antes a lo que nos dicen o preguntan y no decir lo primero que se nos viene a la mente y a la boca.
Job 40:4 ¿Qué puedo responderte, si soy tan indigno?¡Me tapo la boca con la mano!
No reaccionar instintivamente, no ser personas reactivas y sí ser personas asertivas que pueden pensar antes de hablar o reaccionar.
Deut. 30:14 ¡No! La palabra está muy cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón, para que la obedezcas.
¿Quién no querría tener esa fuerza?
¿Poderes? Nosotros podemos ser poseedores de enormes poderes. Únicamente hay que darnos cuenta que Dios nos regaló esa posibilidad. ¿Que no es fácil? Cierto. Muchas veces incluso es muy difícil pero si logramos trabajar estos poderes y otros más durante toda nuestra vida, créanme que seríamos mucho más poderosos y trascenderíamos mucho más que Superchica o Superman para la eternidad.
Bibliografía.
Si tu fueras superman y yo superchica de Sara Adler Milver